
Centro Cultural en Ruzafa
LA MANZANA PERDIDA
La Regeneración de la Manzana Perdida como centro histórico del barrio de Ruzafa, recuperando la trama histórica, se convierte en el punto de partida para el diseño del proyecto de Centro Cultural. La Regeneración de la Manzana Perdida como centro histórico del barrio de Ruzafa, recuperando la trama histórica, se convierte en el punto de partida para el diseño del proyecto de Centro Cultural. Pretendiendo ser catalizador de las relaciones sociales y culturales de los artistas y los habitantes del barrio.El programa está íntimamente relacionado con la expresión formal del proyecto. La arquitectura también es una manifestación artística y este proyecto es una manifestación plástica en sí mismo. La masa y el volumen se van tallando y esculpiendo hasta que las formas dan una respuesta arquitectónica eficaz a las relaciones espaciales con el lugar y entre ellas y a la función.
Proyecto:
Centro cultural en Ruzafa “La manzana Perdida)
Localización:
Barrio de Ruzafa (Valencia)
Premio:
Primer premio | XXII Edición Premio Sandalio Miguel - María Aparicio. Expedida por FUNDACIÓN INSTITUCIONAL CULTURAL DOMUS "TRES PROPUESTAS PARA LA MANZANA PERDIDA DE RUZAFA"
*Proyecto no construido



LA FUNCIÓN
El programa está íntimamente relacionado con la expresión formal del proyecto. La arquitectura también es una manifestación artística y este proyecto es una manifestación plástica en sí mismo. La masa y el volumen se van tallando y esculpiendo hasta que las formas dan una respuesta arquitectónica eficaz a las relaciones espaciales con el lugar y entre ellas y a la función. En la pieza principal una Sala de artes dramáticas con un vestíbulo principal de acceso doble dotada de vestuarios, camerinos almacenes y aseos.En el resto del complejo una sala de actos de menor dimensión, aulas didácticas, aula taller, salas de ensayo individuales, conserjería, área administrativa con despachos y salas de reuniones y espacios para las instalaciones.

PROYECTO Y LUGAR
A través de la esencialización de la diagonal de la antigua vía principal (Calle de los Tomassos), se encaja un proyecto desfragmentado que trabaja con la recuperación de la trama viaria a través de la tensión generada por la vía diagonal en el interior de la manzana donde se apoya el conjunto proyectado.El espacio público se entrelaza y se funde con el interior de las piezas, tanto a través de las grietas entre los volúmenes, que llegan desde el espacio abierto-plaza, hasta la circulación transversal del interior del conjunto; como a través de la relación interior-exterior de cada una de las piezas en planta baja, estableciendo una continuidad en el encuentro con el suelo de las piezas másicas con el mismo lenguaje que el resto del proyecto.
La plaza interior se plantea como un espacio amable, ajardinado y proyectado en relación a las tensiones principales del conjunto, un lugar de relación, de estancia, protegido del bullicioso exterior del barrio de Ruzafa y que a su vez, permite ser atravesado por las fisuras que se abren al exterior como el pasaje ya existente que se respeta, el acceso a la fachada este donde se localiza el acceso principal al conjunto del centro cultural y el paso de la fachada sur en la transición con el pabellón. En definitiva, una sala más del centro de arte.



INTEGRACIÓN ARQUITECTÓNICA
El proyecto se materializa con un conjunto de volúmenes másicos, de formas irregulares que se adecuan a la manzana, al eje histórico y al programa del centro cultural. Por otro lado, la sala de arte dramático, como espacio más representativo del Centro de Arte, se dispone de forma exenta en el interior de la pieza principal, siguiendo el concepto de la caja dentro de la caja como un volumen más ligero resuelto en madera. El diálogo entre la caja de madera y la envolvente produce unos interesantes espacios que diluyen los límites entre interior y exterior, permitiendo una mejor articulación con la plaza proyectada.
La luz natural forma parte indisoluble del proyecto, con la creación de grietas tanto cenitales, como laterales que acompañan de manera única a cada uso, a cada circulación, proyectando cada encuentro no únicamentecon el material y el volumen con relación a las necesidades del programa, sino también utilizando la luz como un material fundamental más, como creación y esencialización del espacio. Trabajando con todos los sentidos creando no solo espacios sino atmósferas.





LA FUNCIÓN
El programa está íntimamente relacionado con la expresión formal del proyecto. La arquitectura también es una manifestación artística y este proyecto es una manifestación plástica en sí mismo. La masa y el volumen se van tallando y esculpiendo hasta que las formas dan una respuesta arquitectónica eficaz a las relaciones espaciales con el lugar y entre ellas y a la función. En la pieza principal una Sala de artes dramáticas con un vestíbulo principal de acceso doble dotada de vestuarios, camerinos almacenes y aseos.En el resto del complejo una sala de actos de menor dimensión, aulas didácticas, aula taller, salas de ensayo individuales, conserjería, área administrativa con despachos y salas de reuniones y espacios para las instalaciones.

PROYECTO Y LUGAR
A través de la esencialización de la diagonal de la antigua vía principal (Calle de los Tomassos), se encaja un proyecto desfragmentado que trabaja con la recuperación de la trama viaria a través de la tensión generada por la vía diagonal en el interior de la manzana donde se apoya el conjunto proyectado.El espacio público se entrelaza y se funde con el interior de las piezas, tanto a través de las grietas entre los volúmenes, que llegan desde el espacio abierto-plaza, hasta la circulación transversal del interior del conjunto; como a través de la relación interior-exterior de cada una de las piezas en planta baja, estableciendo una continuidad en el encuentro con el suelo de las piezas másicas con el mismo lenguaje que el resto del proyecto.
La plaza interior se plantea como un espacio amable, ajardinado y proyectado en relación a las tensiones principales del conjunto, un lugar de relación, de estancia, protegido del bullicioso exterior del barrio de Ruzafa y que a su vez, permite ser atravesado por las fisuras que se abren al exterior como el pasaje ya existente que se respeta, el acceso a la fachada este donde se localiza el acceso principal al conjunto del centro cultural y el paso de la fachada sur en la transición con el pabellón. En definitiva, una sala más del centro de arte.



INTEGRACIÓN ARQUITECTÓNICA
El proyecto se materializa con un conjunto de volúmenes másicos, de formas irregulares que se adecuan a la manzana, al eje histórico y al programa del centro cultural. Por otro lado, la sala de arte dramático, como espacio más representativo del Centro de Arte, se dispone de forma exenta en el interior de la pieza principal, siguiendo el concepto de la caja dentro de la caja como un volumen más ligero resuelto en madera. El diálogo entre la caja de madera y la envolvente produce unos interesantes espacios que diluyen los límites entre interior y exterior, permitiendo una mejor articulación con la plaza proyectada.
La luz natural forma parte indisoluble del proyecto, con la creación de grietas tanto cenitales, como laterales que acompañan de manera única a cada uso, a cada circulación, proyectando cada encuentro no únicamentecon el material y el volumen con relación a las necesidades del programa, sino también utilizando la luz como un material fundamental más, como creación y esencialización del espacio. Trabajando con todos los sentidos creando no solo espacios sino atmósferas.


ESTUDIO LODARES
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TWO DECADES •
